A esa mirada tierna,
a esa niña que la transporta,
a tus ojos, a ti.
Tus ojos, sí esos ojos
que tú tienes,
que me llenan de paisajes
que en mi despiertan el alba.
Me cantan y me dicen tantas cosas.
Tus ojos me embarcan en lo que te conmueve,
en lo que esperas,
en lo que temes,
en tus anhelos,
y en todo lo que de tu corazón sale
y hacen que me llegue al alma.
Si tus ojos me gritan en el silencio,
me exigen, me reclaman,
y no soy quien de negarme
a esa mirada
que me libera
el alma,
y a entenderte en el misterio
que expresa tu mirada.
Tus ojos me encienden,
me hacen ser fuego, luz y calor
ternura derramada.
Acepto tu mirada
que es remanso,
guerra, ternura
y paz desmesurada,
respuesta y búsqueda,
y que en mi corazón se quedarán,
en el infinito de mi ser,
y en el día de mi marcha.
Si, tus ojos.
Mary Hermo
2 comentarios:
Esqueceuseme dicir que este poema está adicado a unha persoa en particular, e espero que non lle importe que volo adique a todos vós.
Biquiños a tod@s.
A mirada en ves de "tierna", a mín o que me quedou foi revirada ó rematar de ler o poema... ¡E que lle puxéstedes un fondo asul fosforito que escaralla toda a vista, carallo!. En fín, estos "efectos espesiais" sejuro que son por obra e jrasia do tunante de Luis...
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